He vuelto, y lo digo como si a alguien le importara. Pero les soy sincero, a mí me importa mucho. Cada uno que usa horas de su preciado tiempo para entrar a esta página seguramente creerá conocer la forma de escribir, o lo que ofrezco como escritor. Doy gracias a Dios, o a cualquiera sea la cosa superior, que en este tiempo sin publicar nada, pude pensar. Este 2013 lo inició con una faceta más reflexiva, más introvertida. ¿Qué significa esto? Menos narrativa, menos relato, menos fantasía.
¿Saben que hace una persona de extremo progreso? Sigue avanzando y cuenta sus logros. Excepto que sea una persona sabía además de exitosa, en cuyo caso, además de lograr sus metas, sabrá transmitirlas ¿Y si es solo una persona de extremo progreso? Avanzará todos los días sin acordarse de que fue ayer ¿Qué feo no? Porque las personas del fracaso recuerdan lo que fueron ayer, y anteayer, y las dos semanas pasadas, y el año pasado. Prácticamente, recuerdan cada tropiezo gráficamente.
Nostalgia, extrema nostalgia. ¿Por qué? Esa cosa, ese pudor de la memoria, torpe memoria. Uno le grita si se puede callar, pero no. Una y otra vez devuelve la imagen el espejo, por más que nos disfracemos, el espejo muestra siempre lo mismo.
Con orgullo, les sigo mostrando este blog, porque es la evolución de alguien que escribe lo que la mente le recuerda. Pero tengo 18 años, tranquilos, no será mucho.
L.Lombardo
Soy Lorenzo Lombardo 